Todos los niños son especiales para sus padres. El amor entre padres e hijos es algo que trasciende nuestras vidas y cambia nuestra percepción del mundo. Solo el hecho de tener en nuestras manos la responsabilidad de un ser que es inocente, vulnerable y nuestro; crea en un instante esa capacidad de recorrer el mundo si fuera necesario. Tenemos muchas expectativas y sueños con su llegada. Aunque su llegada sea de sorpresa o de forma planificada se generan cambios, agendas, preparativos y una inmensa mezcla de emociones. Todos esperamos tener un bebé saludable en nuestros brazos. Difícilmente esperamos que pueda presentar una condición que haga de su vida y la nuestra una especial.
Algunos padres pueden recibir con la llegada de su hijo, la noticia de que su niño será: un niño especial. Otros por el contrario lo verán crecer, jugar, correr y a veces hasta hablar antes de que los impedimentos transparentes sean percibidos. Dependiendo de nuestro sistema de valores, nuestra fortaleza, el apoyo de nuestra familia y el momento en el que llega esta responsabilidad a nuestras vidas reaccionamos de maneras muy distintas. Nadie tiene derecho a juzgar tu reacción. Solo alguien que camine en tus zapatos puede entender los giros que ha dado y dará tu vida en este momento. Solo sé que mantenerse positivo ayuda mucho. Debemos ser conscientes de cuando no tenemos nuestros sentimientos en control y buscar consejería profesional de ser necesario.
Debes tener en mente que aunque la vida te de la noticia de que hay otra serie de necesidades para las que no te planificaste; para las que no existe realmente una preparación puedes llegar a tener éxito. Definitivamente verás al principio que los retos son difíciles de vencer. Pero debes mantenerte en la perspectiva de quien respira con esperanza, manejando una prioridad a la vez y viviendo día a día. Pequeños pasos te encaminarán y llegarás a reconocer en ti mismo fortalezas que no sabías que poseías.
A veces el camino más difícil nos lleva a valorar mucho más nuestro hogar, el viaje o el destino al que esperábamos llegar. Cada día necesitamos encontrar esa energía que nos inspira a seguir y a perseverar. Debes recordar que solo un niño especial, necesita un padre o una madre especial. Está en ti esa fortaleza necesaria para permanecer positivo ante la adversidad. Disfruta cada momento, ilumina tu rostro con cada sonrisa, vive cada beso y cada abrazo. Educa, se paciente, firme, estructurado, trabajador, amoroso, creativo, sabio, prudente, observador, organizado, valiente, sensible y siente orgulloso de cada logro por pequeño que aparente ser. Recuerda que cada día es una oportunidad de ser especialmente educado.
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